domingo, 20 de marzo de 2011

TRES ANÉCDOTAS

El papel arrugado
Cuando estés a punto de perder el control recuerda el papel arrugado
Mi carácter impulsivo, me hacía reventar en cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día un amigo, quien me vio dando excusas después de una explosión de ira, me entregó un papel liso. Entonces me dijo: Estrújalo.
Asombrado, obedecí e hice una bola con él papel.
Luego me dijo:
Ahora déjalo como estaba antes.
Por supuesto que no pude dejarlo como estaba.
Por más que traté, el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces mi amigo dijo:
“El corazón de las personas es como ese papel.
La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel.”
Aunque intentemos enmendar el error, ya estará “marcado”.
Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos.
Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado.
Y lo más triste es que dejamos “arrugas” en muchos corazones.
Desde hoy, sé más compresivo y más paciente.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda el papel arrugado.




Ocho minutos
   Muchas veces nos olvidamos de lo principal.
Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que allá adentro le decía:
"Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal.
Recuerda algo: Después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal....."
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas.
Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente.
“Tienes solo ocho minutos "
Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró... recordó, entonces, que el niño quedó allá y la puerta estaba cerrada para siempre.
La riqueza duro poco y la desesperación, siempre.
Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros.
Tenemos unos 80 años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte: "¡No te olvides de lo principal!"
Y lo principal son la familia, los amigos, los valores espirituales, la vida.
Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre se queda a un lado.
Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial: Los “tesoros del alma".
La vida pasa rápido, y la muerte llega de modo inesperado.
Cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones.
Vivimos en un mundo lleno de problemas, angustias, corrupción, vandalismo, injusticias, donde cada día mueren niños inocentes, padres de familia con stress, pero todo es porque hemos olvidado lo principal...
Se feliz a cada instante, en cada momento de tu vida por muy difícil que un problema parezca.


Pelotas de golf
Cuando 24 horas al día no parecen suficientes, recuerda esta historia
Un profesor delante de su clase de filosofía sin decir palabra, vació un frasco grande, y procedió a llenarlo con pelotas de golf.
Luego  preguntó a sus estudiantes si el frasco estaba lleno.
Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.
Así que el profesor tomó una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco.
Las canicas llenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf.
El profesor volvió a preguntarle a los estudiantes si el frasco estaba lleno y ellos volvieron a decir que sí.
Luego el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco.
La arena llenó los espacios vacíos y el profesor preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno.
En esta ocasión los estudiantes respondieron con un SI unánime.
El profesor enseguida agregó dos tazas de café al contenido del frasco y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena.
Los estudiantes reían en esta ocasión.
Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo:
“Quiero que se den cuenta que este frasco representa la vida.
Las pelotas de golf son las cosas importantes, como la familia, los hijos, la salud, los amigos... las cosas que te apasionan.
Son cosas que aún si todo lo demás lo perdiéramos y sólo éstas quedaran, nuestras vidas aún estarían llenas”
“Las canicas son las otras cosas que importan, como el trabajo, la casa, el auto, etc.
La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas.
Si ponemos la arena en el frasco primero, no habrá espacio para las canicas ni para las pelotas de golf”
“Lo mismo ocurre con la vida. Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes”
Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad.
Juega con tus hijos, tómate tiempo para asistir al doctor, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o afición favorita.
Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua después.
Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan. Establece tus prioridades, el resto es sólo arena.
Uno de los estudiantes levantó la mano y preguntó que representaba el café.
El profesor sonrió y dijo:
"¡Qué bueno que lo preguntas!
Sólo es para demostrarles que no importa cuán ocupada tu vida pueda parecer, siempre hay lugar para un par de tazas de café con un amigo".







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